Actualmente, la matriz energética peruana está compuesta principalmente por generación hidroeléctrica (51.3%) y generación con gas natural (40.01%), lo cual hace que, sea una de las que tiene menores costos de generación a nivel de Iberoamérica (según SNMPE), y una de las de mayor confiabilidad para una producción constante de electricidad, todo lo cual, beneficia a los diversos sectores económicos, como el sector minero, donde el consumo eléctrico suele representar el 30% o más de su gasto corriente.
Fuente: Elaborado por SNMPE para ambos gráficos
Dicho lo anterior, se debe tener en consideración que la generación eléctrica es libre, ya que participan tanto empresas estatales como privadas a nivel nacional, en tanto que la actividad de transmisión y distribución eléctrica, si bien son actividades reguladas mediante tarifas emitidas por el OSINERGMIN, en la primera prima la presencia de empresas privadas como ISA REP, que a través de contratos de concesión mediante el mecanismo de Asociaciones Público Privadas, viene ejecutando nuevas líneas de alta tensión, en cambio la distribución eléctrica es principalmente una actividad estatal, salvo por las provincias de Lima e Ica, donde se desarrollan empresas de distribución eléctrica privadas en su totalidad.
A nivel de redes de alta tensión, salvo por el Departamento de Loreto, el país se encuentra conectado a través del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN), lo cual, permite que los clientes libres y regulados puedan beneficiarse de la energía eléctrica, independientemente de la zona donde esta se produce, a través del pago de una tarifa eléctrica única por transmisión eléctrica. Esto favorece al desarrollo de proyectos de generación eléctrica en las zonas con las mejores condiciones para la producción de la energía.
El Perú viene ejecutando la Política Energética Nacional 2010 – 2040, la que ha sido desarrollada en torno a conceptos de desarrollo sostenible, así como en un marco jurídico consistente que promueve y respeta la inversión privada, minimizando los impactos sociales y ambientales, respetando e incentivando los mercados energéticos, promoviendo la eficiencia energética y el desarrollo de energía renovables a nivel rural, regional y nacional.
A dichos efectos, esta política tiene como objetivo central satisfacer la demanda nacional de energía de manera confiable, regular, continua y eficiente, de tal forma que se promueve el desarrollo sostenible, a través de la planificación oportuna, y el uso de nuevas tecnologías.
Producto de este plan, en 2023 se formó un grupo de trabajo para promover la producción de hidrógeno verde en el Perú, lo cual devino en la publicación de la ley de hidrógeno, y el desarrollo del proyecto más grande de Hidrógeno Verde de Latinoamérica, a cargo de Verano Energy, en el Departamento de Arequipa, que recientemente ha obtenido la aprobación de su Estudio de Impacto Ambiental.
Desde el año 2006, con la Ley 28832, se estableció que las subastas en el Perú serían uno de los principales mecanismos para la adjudicación de contratos de suministro de electricidad de corto y largo plazo. Es por lo anterior, que a partir de 2008, con la aprobación del Decreto Legislativo 1002, se estableció como prioridad para la política energética nacional la promoción de la electividad generada con Recursos Energéticos Renovables, de fuentes no convencionales.
Lo que se ha trasladado a ser el principal objetivo de la actual Política Energética Nacional, el mismo que busca contar con una matriz energética diversificada, con énfasis en las fuentes renovables y la eficiencia energética. Todo lo cual, busca poner en valor el gran potencial de recursos energéticos renovables que tiene el país, y que lo ha ubicado en diversos momentos como uno de los mejores destinos para desarrollar proyectos energéticos renovables.
Recientemente, el Estado ha modificado la Ley 28832, a efectos de establecer:
Actualmente, el Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES) estima que la generación eficiente (léase la energía barata), únicamente durará hasta finales del presente año 2025, ya que a partir del próximo año se estima que la demanda interna de electricidad supere a la generación eficiente, dado el bajo desarrollo de grandes proyectos de generación eléctrica.
Lo anterior no significa que el Perú entrará en un racionamiento eléctrico como el de Ecuador, sino que como el costo marginal de producción de la electricidad se verá encarecido, es que se generarán incentivos inmediatos para el desarrollo de nuevos proyectos de autogeneración, para grandes clientes industriales y empresas mineras, así como proyectos de generación con recursos distribuidos, para empresas de distribución, que busquen beneficiarse de los potenciales de generación eléctrica, que existen en las regiones aledañas a Lima Capital.
Por otro lado, este escenario es una buena noticia para todas aquellas empresas que se dedican a la eficiencia energética o que están orientadas a ayudar a sus clientes a realizar “peak shaving”, de tal forma que puedan optimizar su consumo energético, por lo que se espera que estas empresas lleguen al Perú en el corto plazo.